¿Puedo pertenecer a un cluster que no es de mi sector?
- Laura Palmer.
- 14 ago 2020
- 2 Min. de lectura
Una de las bases de todo cluster es la transversalidad, esto no quiere decir que directamente podamos entrar en un cluster que a priori no tiene nada que ver con nuestro sector, en primer lugar tenemos que asegurarnos de que hay alguna conexión.
En apariencia a un proveedor de productos de maquillaje pudiera no interesarle formar parte de un cluster turístico, incluso puede que al cluster, en primera instancia esta relación no le parezca lógica.
Pero los caminos de la transversalidad son múltiples, si este proveedor de maquillaje ya tuviese contacto con un cluster de medicina estética, podría ver la cabida de su sector en un cluster turístico, por ejemplo participando en destinos turísticos donde el reclamo son las clínicas estéticas, o creando una gama de maquillaje con protección solar e introducirse en destinos donde el reclamo es el sol.
Quizás sean ideas arriesgadas las que nos lleven a creer que todos tenemos cabida en cualquier cluster, obviamente primero hay que sentarse a recapacitar e incluso hacer una primera entrevista con los miembros del cluster en el que se quiere entrar.
En caso de que realmente no casen los dos sectores, quien quería entrar (en nuestro caso el proveedor de maquillaje) puede acabar consiguiendo contactos de otros sectores en los que podría encajar mejor.
Es importante recordar que pese a las ventajas competitivas que ofrece un cluster, ofrecer o intentar alcanzar expectativas poco realistas intentando acoger a todos los sectores, puede llevar al fracaso del cluster.
A la hora de estudiar si pertenecer o no a un cluster de un sector diferente al nuestro, no podemos dejar de lado la opción de pertenecer a un cluster de nuestro sector y que se promuevan dentro del cluster al que pertenecemos, acciones con otros cluster con los que podemos relacionarnos.
No conviene olvidar que muchos peces pequeños que nadan solos pueden agruparse en un único pez grande, y estos peces grandes formados por otros pequeños, pueden formar un banco en el que nadar juntos protegiéndose unos a otros.
Como respuesta a la pregunta planteada en el título, no cabe sino responder que primero hay que analizar la situación, y mejor si la analizamos en grupo, en fin "dos cabezas piensan mejor que una".

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